O gran laboratorio

Se dice que el sueño oculto de la investigación es contemplar y disponer de la sociedad como un gran laboratorio, que muestre los efectos de las conexiones y de los procesos que estudiamos. Pues bien: aquí lo tenemos. Entremos a la internet y desde cualquier dispositivo observaremos el mayor laboratorio posible de la historia reciente: el planeta asolado por el Coronavirus COVID-19. Una sola variable independiente con patrones semejantes en territorios y culturas distintas, en plena dispersión por el mundo. Tenemos ya evidencia del impacto del fenómeno sobre el transporte y la energía, en la economía y la sociedad en general, entre miles de consecuencias. Y cada día contaremos con más y más datos. La paradoja es que poco podemos hacer con esta información en este momento. Nuestra honesta ambición por la explicación social es insignificante, y representa nada, absolutamente nada, frente al dilema de la vida; el gran dilema radical. Somos uno más. Pero la paradoja esconde la posibilidad de una gran oportunidad. 

 

Una vez superada esta pesadilla global (nunca mejor dicho, aunque también nunca mejor puesto en duda debido a la incertidumbre y desinformación dominantes) estará en las manos de la buena ciencia comprender no solamente las causas del fenómeno, sino también, y sobre todo, la tarea de rediseñar el tejido social en la medida de aquello que lo permita y de la fuerza del conflicto social que lo exija. Pero también en la medida en que la ciencia logre articularse bajo un nuevo contrato con la sociedad. 

 

Después de la crisis estarán, sobre la mesa, los resultados de este gran laboratorio pero nada haremos con ellos sin la acción social transformadora, sin la gente, sin la mujer y el hombre de al lado, sin los padres, sin nuestras abuelas y abuelos, tan vulnerables ante el virus. Nada haremos sin su historia. Si acaso no comprendemos nuestra propia vulnerabilidad, bastará con voltearse y contemplarse a sí mismo en este preciso instante: usted, yo, aisladas y aislados en casa, en el escritorio, pensando en los artículos pendientes y en los libros que aún no hemos leído, mientras la epidemia corre afuera y no sabemos siquiera lo que va a pasar.

 

 

 

 

Por Wilson Picado Umaña  (Heredia, Costa Rica) Doctor en Historia por Universidad de Santiago de Compostela, España. Su tesis doctoral es un estudio acerca de la historicidad y el desarrollo comparado de la Revolución Verde en América Latina, escrita bajo la dirección del Profesor Lourenzo Fernández Prieto. Es Máster en Historia Agraria por la Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica.